Cuando fracasás en una relación con un tipo “igualito” a uno del que siempre estuviste enamorada -pero con el que nunca pasó nada- es Dios que te lo mandó para confirmarte que con el original tampoco hacías juego.
No le puedo contar a nadie con nombre y apellido y mostrándole las fotitos en…
Yo estaba a tres cuadras de vos. Vos estabas a tres cuadras de mi. Yo…
Hace unos meses se me ocurrió juntar los textos más “literarios” de Esevi en un…
Dentro del cerebro la locura. La pelea entre lo que está bien y lo que…