Y los hombres tienen menos cuidado en ofender a uno que se haga amar que a uno que se haga temer; porque el amor es un vínculo de gratitud que los hombres, perversos por naturaleza, rompen cada vez que pueden beneficiarse; pero el temor es miedo al castigo, y no se lo pierde nunca.
El Príncipe, Niccolò di Bernardo dei Machiavelli (Nicolás Maquiavelo). Trad.: Mario Alarcón, Ed. Longseller (2003)
No le puedo contar a nadie con nombre y apellido y mostrándole las fotitos en…
Yo estaba a tres cuadras de vos. Vos estabas a tres cuadras de mi. Yo…
Hace unos meses se me ocurrió juntar los textos más “literarios” de Esevi en un…
Dentro del cerebro la locura. La pelea entre lo que está bien y lo que…