La realidad es una construcción muy precaria. Todos pueden vivir la realidad, pero muy poca gente puede vivir la ficción.
Y poca gente cree en la realidad, pero la mayoría cree en la ficción. La fe de las religiones.
Los líderes no son nunca los que dominan la realidad, son los que crean la ficción, la ilusión de prosperidad, la salvación. Los que revelan lo oculto, lo que no es real, lo que no existe, lo que no puede comprobarse.
No ganan los que saben. Ganan los que creen. Es una muy obvia demostración de la inteligencia.
3 comentarios
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Es mucho para mi cabecita de lunes por la tarde. Continúo con ficticia existencia laboral.
Eso es poesía atea en todo sentido, aunque también se la podría llevar a la política. También están los tipos o las minas que se re venden como perfectos (ficción) y después resulta que no valen una chupada de clavo (realidad) xD.
La ficción nos salva diariamente. Proyectarnos ficticiamente en lo que seremos, es decir arrojar nuestro deseo al viento, es lo único que le da sentido al aquí y ahora. La reivindicación de una (micro) utopía.
Además, como en el Quijote, la ficción nace allí donde falla la realidad. La ficción viene a reparar los groseros vacíos de sentido de la realidad. Tal cual como la locura inútil del arte, a diferencia de rigidez científica que se materializa en beneficios prácticos, carga de sentido la existencia. La séptima de Beethoven, por ejemplo, no nos sirve para nada y a la vez es lo más maravilloso que tenemos. Esa es la belleza -y también la magia-de las cosas inútiles como el arte.
Aldo Bombardiere Castro.