El ritual era casi siempre el mismo. Sonaba ska -generalmente The Housemartins-, toda la ropa arriba de la silla, todo el maquillaje arriba del mueble a los pies de la cama, el bolso con “los fierros” en la cama.
-¿No tenés miedo de que te pase algo?-
-Siempre tengo miedo. Eso me obliga a ser prudente, a la prolijidad. Por eso tardo tanto preparándome… Agradecele a mi miedo que vos tenés este espectáculo gratis.
-¿Y si te pasa algo?
-Y si me pasa algo espero que todos se acuerden de mis contraseñas. Va a haber mucho que borrar, mucho que limpiar, mucho que sanear.
-Que linda palabra SANEAR. Yo creo que se solamente un par de tus contraseñas ¿Son las mismas para todo?
-No, cada uno tiene la contraseña de algo que puede manejar. Ya te dije: PRUDENCIA- dijo levantando una ceja y mirando en dirección a su handler.
-Un día te va a pasar algo. Algo va a salir mal, vas a matar a alguien. Te van a matar a vos.
-Y bueno, será…
-¿Alguna vez mataste a alguien?
-Si
-Te van a matar.
-No, no me van a matar. Hay mucha gente preocupada porque no me pase nada. Te dije, mucho que borrar, mucho que limpiar… Ya intenté mil veces hacer otra cosa, pero parece que no me sale…
-Es una suerte. No se me ocurriría de dónde sacar un reemplazo para vos… O no, mentira, habría montones de reemplazos con lo que vos cobrás.
-Tengo sed.
-Te traigo agua.
Terminó The Housemartins y por primera vez no siguió el ska. Arrancó ELO con Last Train To London, y eso era una señal. Algo malo iba a pasar con este trabajo.
No le puedo contar a nadie con nombre y apellido y mostrándole las fotitos en…
Yo estaba a tres cuadras de vos. Vos estabas a tres cuadras de mi. Yo…
Hace unos meses se me ocurrió juntar los textos más “literarios” de Esevi en un…
Dentro del cerebro la locura. La pelea entre lo que está bien y lo que…